Cómo vestir bien y no morir en el intento (1a. parte)
- Ale Moreno
- 3 ago 2017
- 3 Min. de lectura

Todo curso-taller de estilo te dirá cuáles son las prendas básicas y el estilo para verte elegante y ejecutiva, lista para escalar hacia el trabajo deseado; sin embargo, hemos de considerar que no todas las oficinas tienen el mismo código de vestimenta, algunas más casuales otras más sobrias, hoy te comparto los primeros 4 tips para vestir bien en la oficina y no morir en el intento.

1. Tu estilo
La imagen personal es tu carta de presentación, por lo tanto debes cuidar mucho la imagen que deseas proyectar, para que los demás te perciban tal como tú deseas.
Antes de adquirir nuevas prendas o adaptar las que ya tienes, te recomiendo pensar muy bien cuál es tu estilo y cómo deseas que te vean los demás.
Primero que nada, reconoce tus fortalezas, altura, rasgos faciales, color de piel, de cabello. Después cuál es tu estilo de vida, tipo de personalidad, tipo de trabajo y cuánto tiempo tienes disponible para tu arreglo. Pon especial énfasis en lograr un aspecto pulido, profesional y elegante, ideal para antes, durante y después del trabajo.
Recuerda: No viste igual una abogada que una diseñadora. La primera debe reflejar sobriedad y compromiso, la segunda creatividad y espontaneidad.


2. La moda desaparece, el estilo no
Olvídate por completo del fast fashion, ¡contigo no va! Por varias razones, que aquí te voy a decir, debes alejarte de las tiendas de moda populares, eso incluye los tianguis, mercadillos, compras por catálogo y fashion truck.
Lo de moda es la ropa que todo mundo usa y por lo tanto corre el riesgo de ser barata o peor aún verse barata. No creas que la solución es comprar prendas caras, porque esa no es la finalidad de este blog, no quiero que dejes tu quincena entera en un par de zapatos.
Tú ya definiste tu estilo, por lo tanto ahora te queda trabajar en él y pulirlo de aquí en adelante; las tendencias marcan lo que está de moda y precisamente los colores y prendas de moda no son lo que requieres para tu imagen.


3. El traje sastre
Es de primera necesidad que cuentes con algunos trajes sastre para esas juntas de trabajo con los directivos o con clientes clave, a menos que el código de vestimenta de tu trabajo indique el traje sastre como obligatorio diariamente.
No creas que el traje sastre siempre debe ser rígido, puedes permitirte los detalles femeninos, lo que sí te recomiendo es que siempre utilices trajes en colores neutros, yo prefiero gris oxford, azul marino y negro.
Cuida mucho que el traje sea de tu talla, que la caída de la tela sea la adecuada, que sea de estilo profesional y que no tenga pliegues en los lugares inadecuados.
4. Los básicos
La fórmula que nunca falla es el uso de prendas básicas, esas que no deben faltar en tu guardarropa y que te sacan de cualquier apuro.
Te dejo la lista de mis 12 básicos para la oficina, ya en otro blog te explicaré como elegir cada uno de ellos.
Blusa blanca. Carolina Herrera es el mejor ejemplo para demostrar que una blusa blanca siempre será la prenda más elegante de tu clóset.
Pantalón negro. Te estiliza las piernas, es muy elegante y muy combinable.
Falda lápiz. La mejor opción para verte femenina y profesional al mismo tiempo, sólo cuida que el estilo no sea atrevido, que no sea muy entallada ni corta.
Vestido negro. El mejor aliado para ir directo de la oficina al viernes social, es combinable con la gabardina, el suéter, blazer y hasta con una blusa por encima; sólo cuida el entalle, el escote y el largo, para no parecer que trabajas en un bar.
Gabardina en color neutro. El mejor motivo para desechar tus chamarras deportivas.
Suéter de cachemir. Para esos días en que te quieres sentir acariciada, tus jefes sólo verán a una mujer muy elegante.
Blazer de color neutro. Piensa, estás en la oficina con un look muy relajado, sólo te montas el blazer y has cambiado en el instante.
Traje sastre de color neutro. ¿Recuerdas? Es la mejor opción para asistir a las juntas de negocios.
Zapatillas cerradas negras. Imprescindibles. De tacón estilizado, sin plataforma ni aplicaciones.
Zapatillas cerradas camel, beige u otro color parecido. Para utilizar esos días en que las zapatillas negras no van.
Blusa en tu color favorito. La nota de color siempre será necesaria y qué mejor si es en tu color favorito, hasta puedes usarla como premio a tu buen comportamiento laboral.
Vestido camisero en color neutro. El perfecto aliado para esos días en que amaneces inflamada, esconde casi todo.

Espero que estos tips te sirvan para lograr esa imagen ejecutiva que buscas y si quieres saber más, aquí te dejo la segunda parte del blog.
¡Hasta la próxima!

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